| Mirame a los ojos para que duela |

«… aunque estoy atado a tus diabluras
sabés que estoy siempre a favor del adiós.»

demasiados muertos en tu placard
gritan en paletas de colores y notas olvidadas
tu más sincera borrachera me desarma
veo un muerto… beso un muerto
que resucita en otros labios más carnosos
mientras yo no encuentro canal de aire
cualquier hombre es eso, anomia
mientras te repetís en mis sueños
… aún cuando dormimos al lado
me duelen los hombros exactamente al año
de soportar tu cuerpo, moretones
costuras con hilo sucio en el alma
costumbres de vampiro que no se borran
mentiras de las horas en la madrugada
la negativa profunda para la entrega certera
tomá mi cuerpo, me robaste cada parte
pero nada, más nada… al diablo tu posesión.

Quién dice nada de las manos polvorienta

scuando el sol acusa al mundo de infidelidad

alma pentagramada que se dispone

todas las claves de sol mordidas en tu labio ciego

la luna escupe notas y silencios

el poeta está en la ruta, aquí sólo la necesidad.

Desfigurate la sombra esquivando al sol

tus huesos cristal se nutren de la noche

te eterniza la pupila siempre abierta

claves de sol renegridas por los mantos

Dijiste demasiadas cosas en las ruinas

tanto tiempo con vestidos color cielo

pido un tallo seco para el fusil olvido

la copa maldita que ya nunca llega

tu pureza desarma todo ejército

soy un desastre anarcokirchnerista

cuelgo en mi orejas los relojes prematuros

horas que se pierden entre tus lunares

maldigo el momento del letargo asesino

otra vez sangre en las cortinas, otra vez

cuántos muertos más en el departamento

mis espíritus caen, soy un campo de batalla

aquí no hay más combate que yo conmigo

todos las piezas van cambiando

los nombres son menos que un número

la procesión fue siempre mi cerebro.

No soy poeta, sino falsificadora, hago réplicas exactas del amor. Quien lea lo que escribo evocará fragmentos de su vida, donde alguna vez amó, quien no haya amado deseará hacerlo, quien esté amando se sentirá radiante. Sin embargo, poco sé del amor. He intentado enamorarme para ser autora y no plagista, más mi oficio me lo impide: las letras pequeñas de mi contrato sentencian que no he de mezclar placer con trabajo.

Cuando se hace cuerpo medusa:

«Todavía no nació el que me de un *no* por respuesta.

De todas las almas robé mientras dormían a mi lado.»

Pueden, vivientes, entender nada de la victoria

y sus bailes de sueños etilícos

más sólo el instinto del espíritu voraz comprende:

mi espíritu es dulce como un niño en juegos

pero con los dedos sentenciosos de Átropos.

Sí, yo los quise a todos en alma y cuerpo

mentir no es un vestido para mis pieles.

Pero siempre asoma ese momento frágil

hay dos puertas incansablemente

en una está todo lo que soy,

en la otra el amor y todos los hombres…

la tormenta es mía

el placer me pertenece

las Andreas se acompañan…

No negaré besos a heridos,

aún así crece una segunda luz de victoria

una vez más sentenciadaa la paz propia de la guerra.

Una medianoche salvada por algunas frutillas y un pote crema

demolida al minuto por el tornado celoso de un mensaje de texto

entierro el teléfono en la mugre de la ropa sucia

sigo sosteniéndote como el poeta de mis días sin embargo

y las vacas vuelan cuando te das cuenta

pero los momento de tu percepción se fugan incesantemente

ahora vomito todo lo que he comido porque me apretás las tripas

casi no puedo respirar

sin embargo te amo y te odio porque encerrás el mundo entre tus párpados

atada a tu maldad siento la esquizofrenia de la que tenés miedo

cada una de mis partes apunta hacia vos pero estás dormido

quedarme con el beso y el abrazo de este mediodía

vencerme despacio pensando que llorás cuando entendés todo.

Que tu boca se abisme, se suicide

lo que tengas para decir, aún no lo digas

En cambio,

nublame con un disparo ególatra

directo a la sien de mi orgullo

Desgarrá, compañero, mis jeans

(tu sonrisa a veces es filo)

Los auriculares recitan física cuántica

fantasías resabio de una juventud afanada

… se escapa…

y tan cerca tu cuello.

Ciudad cero, desenfocada

leo calles olvidadas y corruptas,

mis dolores álmicos trastabillan

Sobra poco espacio en mi cuerpo,

solo es un error de estrategia,

un milímetro desvía

el disparo no emboca al corazón

estirarlo

bordarlo

descifrarlo

plasmarlo

pintarlo

grabarlo

tenerlo

poder entonces

acariciarlo

romperlo si es necesario

para volver a armarlo

olerlo

llorarlo

cortarlo

y luego pegarlo

oírlo

cantarlo

subirle el volumen

y ponerle pausa

a mi estado de estar entera.

Lo que quieras decir no lo digas:

nublame con una revelación en las pupilas

los auriculares recitan sobre física cuántica

adornando las fantasías resabio de la juventud afanada…

esa que se me escapa

piso las calles olvidadas y corruptas

la ciudad cero se desdibuja en mis dolores álmicos

huelga de canciones desconsoladas

es entonces cuando vislumbro un temor de abrazo…

durante y más aún el después

teje la araña telas de pausa y terremotos

es solo un error de táctica

un milímetro que no emboca el disparo al corazón.

Domingo de reunir suicidios

todos tus retratos malditos

duele así el domingo

en el reverso de tus ojos se instala un recuerdo

no soy ni tu presente

no soy el segundo en que me leés

duermo sin abrazos con rituales rotos

amor de lesbiana con su sentimiento insportable

hombre me has conquistado

tirando arroces en mi boca con ganas

invocando mudanzas de fantasmas

todas las fotografías recorriendo el pueblo

no duermo mirando tus ojos

siempre tendrás una hendija sometida al escape

canciones que se caen de tu boca

me derrumbo, me abismo

entonces ya no quiero amarte

pero apedreaste mi alma tan fuerte aquel día

aunque eso no explique nada…